martes, 10 de abril de 2018
DESDE AZUA, EL PRESIDENTE DE HAITÍ JURA QUE NO DEPONDRÁ LAS ARMAS HASTA VER ABIERTOS LOS MUROS DE LA CIUDAD DE SANTO DOMINGO, CAPITAL DE LA REPÚBLICA DOMINICANA... Santo Domingo, 10 de abril de 1844.-En una vehemente proclama dirigida desde Azua, el presidente de Haití, general Charles Hérard, declaró hoy que dentro de algunos días Santo Domingo "verá sus muros abiertos" ... De igual manera, Hérard juró "no deponer las armas sino después de haber sometido a la obediencia a los rebeldes de la parte oriental de la República y haber impuesto silencio a la voz envenenada de la discordia"... En una segunda proclama, emitida hoy mismo, el mandatario haitiano dice que "cada ciudadano debe ser un soldado, la nación debe ser un ejército" para someter a los insurrectos de Santo Domingo... De su lado, el almirante De Moges, jefe de una escuadra naval francesa que opera en aguas haitianas y sigue de cerca los acontecimientos, se ofreció a mediar entre Hérard y Jean-Louis Pierrot, y entre el gobierno haitiano y la Junta Central Gubernativa de la naciente República Dominicana... Se dice que con su iniciativa, De Moges trata de evitar el agravamiento de la guerra civil o una nueva división de Haití que sirva de pretexto a los británicos para influir en los acontecimientos haitianos y hasta ejercer un protectorado político en el Sur o en el Norte del país... Los informes indican que con ese objetivo, De Moges navegó hasta Azua y desembarcó allí para proponerle a Hérard el reconocimiento de la independencia dominicana por parte de Haití y la firma de un tratado de paz, amistad, comercio y navegación entre ese país y la República Dominicana... A propósito, en correspondencia del cónsul de Francia en Puerto Príncipe, Monsieur Levasseur, se leen importantes detalles de los intereses franceses y haitianos que mueven a estos funcionarios de Francia para actuar de esta manera... En ese sentido, es importante señalar que Hérard, a diferencia de la mayoría de sus secretarios de Estado, se niega a aceptar las proposiciones francesas. De Moges entonces se retiró de Azua y poco después una goleta de guerra dominicana se acercó a las costas y cañoneó aquel poblado, pero sin resultados... Mientras, desde Cabo Haitiano, el comerciante inglés Theodore Stanley Heneken ha escrito una carta en la que ofrece detalles de las operaciones de la columna del general Jean-Louis Pierrot en el Norte y de los gloriosos sucesos del 30 de marzo pasado en Santiago de los Caballeros... A propósito, es bueno recordar que Heneken jugó un rol de primer orden en el desenvolvimiento de la jornada del marzo pasado en la parte norte de la República Dominicana...
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