LA MATANZA DE HAITIANOS DE 1937 Y SU TERRIBLE SECUELA EN LA PROVINCIA ELÍAS PIÑA

“Si mis manos se han manchado de sangre, ha sido para salvar de la haitianización del país a la generación de ustedes. Dentro de 50 años, la ocupación pacífica del territorio nacional por parte de Haití significa para ustedes que los haitianos podrán elegir autoridades dominicanas, podrán poner y disponer, podrán mandar a Duarte y los trinitarios al zafacón de la historia y anular para siempre sus ideales y su abnegada lucha, los cuales (ideales y lucha) no tienen ningún sentido para los haitianos”… Con estas expresiones, pronunciadas en Santiago de los Caballeros durante un encuentro con profesionales del Derecho, el tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina justificó la llamada “operación perejil” o “corte”, mediante la cual su gobierno asesinó a decenas de haitianos que vivían de este lado de la “raya” que había sido trazada poco tiempo antes para separar a la República Dominicana y la de Haití… Aunque la novela “El Masacre se pasa a pié”, de Freddy Prestol Castillo, ha llevado a muchos a creer que el epicentro de la matanza fue Dajabón, la realidad es que al territorio de la provincia Elías Piña le tocó la peor parte, básicamente por ser el punto colindante con la llamada Planicie Central de Haití, centro de una agria y prolongada disputa entre República Dominicana y Haití. Veamos: